Hormigón impreso: definición, beneficios, moldes, colores y precios
El hormigón impreso se ha convertido en una de las soluciones más utilizadas en
pavimentos decorativos. Su éxito no es casualidad: combina una gran
resistencia mecánica con un acabado estético que permite reproducir la apariencia
de múltiples materiales. Está compuesto por una mezcla de cemento, áridos, agua
y aditivos especiales que aportan mayor durabilidad.
Gracias a esta técnica se obtienen superficies de alta resistencia y larga vida útil,
con la ventaja añadida de que se pueden personalizar mediante moldes y pigmentos
que imitan piedras naturales, ladrillos, madera o pizarra, entre otros.
El resultado es un suelo continuo, atractivo y muy funcional.
¿Qué es exactamente el hormigón impreso?
El hormigón impreso es un sistema decorativo en el que se aplican
moldes especiales sobre el hormigón fresco para darle forma y textura.
De esta manera se logra un pavimento que reproduce la estética de materiales tradicionales con
un coste más reducido y un mantenimiento mínimo.
La combinación de diseños, texturas y colores es prácticamente ilimitada.
Estamos ante un revestimiento continuo en relieve con superficie coloreada que puede
simular desde adoquines y ladrillos, hasta madera,
pizarra, piedra natural o teja.
Esta versatilidad lo convierte en una alternativa muy demandada tanto en entornos urbanos como residenciales.
Usos más comunes del hormigón impreso
El hormigón impreso se aplica principalmente en la pavimentación de
aceras, patios, terrazas, parques, jardines, garajes, accesos a viviendas, zonas comerciales
e incluso en el entorno de piscinas.
Por eso también se conoce como pavimento impreso, ya que es la opción preferida
para superficies horizontales que requieren un acabado estético y duradero.
Entre sus principales ventajas destacan su durabilidad,
bajo mantenimiento y versatilidad estética.
Puede utilizarse tanto en espacios interiores como exteriores y, además, existe la
posibilidad de aplicarlo en paredes, lo que se conoce como hormigón impreso vertical.
Ventajas del hormigón impreso
El hormigón impreso ofrece una libertad creativa prácticamente ilimitada en cuanto a
formas, texturas y colores. Pocos materiales de construcción permiten una
personalización del diseño tan amplia, ya que es capaz de imitar a la perfección
superficies como madera, piedra, ladrillo o parqué, logrando acabados únicos y exclusivos.
A estas cualidades se suman su maleabilidad durante la aplicación, su
resistencia al desgaste y su larga durabilidad.
Esto explica su enorme variedad de usos: desde garajes, terrazas y centros comerciales,
hasta fachadas, paredes y suelos tanto en viviendas como en espacios públicos.
Además, el hormigón impreso no requiere mantenimiento especial ni
limpiezas complejas, lo que lo convierte en una opción práctica y económica a largo plazo.